sábado, 26 de abril de 2014

Asociación Valenciana de Espina Bífida (AVEB), un espacio para el ocio y el tiempo libre

Desde el punto de vista de la ciudadanía y la esfera relacional se puede optar, respecto a las personas con espina bífida: por la integración, que sería, según nos comentaban en la sesión informativa, aquellos programas elaborados previamente que en adelante tratan de integrar a las personas, en este caso con espina bífida; o podría asimismo optarse por la inclusión, esto sería, según nos comentaban, aquellos programas que se elaboran teniendo en cuenta a las personas con “diversidad funcional” – si es que todos funcionamos igual a excepción de éstas, lo cual no compartimos –.

Así expuesto en la sesión de clase hemos de decir que nosotros siempre entendimos ambos dos términos de modo inverso, es decir, la inclusión sería, a nuestro entender, incluir a determinadas personas a unos programas de acción sociocultural-socioeducativa previamente establecidos, sería incluirlos/as, “meterlos dentro a presión” pese a cómo esté diseñada la acción prevista, y, por el contrario, integración sería, a nuestro parecer, la integralidad de la adaptación de estos ficticios programas a las personas con “diversidad funcional”, atendiendo a sus necesidades a la par que a las necesidades de los demás, esto es, unos programas de atención íntegra, atendiendo a todos y todas.

En cualquier caso e independientemente de qué significación resulte la más certera y/o adecuada a la actualidad, se trataría de buscar aquello que las personas que vinieron a comunicarnos su intervención para con las personas con espina bífida llaman inclusión, y aquello que nosotros entendemos por integración: se trataría de mirar por esa atención y cuidado a las necesidades de todos y todas, necesidades no únicamente planteadas por los profesionales, sino también por los propios sujetos que necesitan en tanto que son personas, seres humanos.

Desde AVEB, y alzando la mirada sobre el ocio y el tiempo libre de las personas con espina bífida, se organizan salidas, talleres de música, se practica deporte adaptado, van a la bolera, asimismo adaptada, incluso hacen surf adaptado. Estas actividades deben contar con cierto capital a fin de aliviar costes, es decir, cuestan dinero, y no únicamente la actividad en sí, que en ocasiones podría resultar más barata por circunstancias y debido al tipo de actividad, sino que la propia adaptación de las actividades resulta cara a nivel económico, por lo que son necesarios unos fondos mínimos para la cobertura de ese ocio y tiempo libre adaptado para estas personas. Hay que tener en cuenta que se han de contratar el equipo  y el personal especializados, y la cuestión que gira en torno a todo este asunto es: ¿quién debería pagar esto?, ¿la Administración, es decir, todos los ciudadanos?, ¿las familias de las personas con espina bífida?, y por tanto más de uno o una se queden sin poder realizar tales actividades y cubrir su tiempo libre y sus necesidades de ocio, ¿quién?, a nosotros nos resulta evidente, pensamos que nadie debería quedarse sin estas necesidades por cubrir, por lo tanto y bajo el amparo de este argumento, creemos que las subvenciones públicas a este respecto deberían ser mucho más cuidadosas para con este sector poblacional.


También se organizan campamentos, que suponen, por otra parte, un respiro para las familias de las personas con espina bífida, así como una experiencia para estas personas, y para posibilitar esto se recurre al voluntariado, lo cual no nos parece del todo adecuado ni adaptado, ya que si no hay un equipo profesional se está cojeando de una pata imprescindible en el plano de lo social, lo cultural y lo educativo. Que una persona que no sea educador/a social haga las veces de educador/a social, a veces cobrando el sueldo de esta figura profesional y desempeñando sus tareas, nos resulta, como educadores sociales “en potencia” (que diría Aristóteles) que somos, cabreante y peligroso. No obstante, la situación económica es la que es, y frente a esto no podemos descargar toda nuestra energía en las organizaciones del tercer sector, sino en las políticas, tanto a nivel de micropolítica en las organizaciones como a nivel de macropolíotica en mancomunidades, localidades, autonomías, a nivel nacional e internacional. Nos preguntamos si este problema podría ocurrir con otras figuras profesionales, como por ejemplo la logopedia, la psicología, el magisterio, la pedagogía, la filosofía, la sociología, etc.

sábado, 12 de abril de 2014

Buenas ideas

El Tren de Cervantes es una iniciativa turística destinada a que las familias puedan disfrutar del patrimonio histórico y artístico y de la oferta gastronómica de Alcalá de Henares, cuna de Miguel de Cervantes y declarada en 1998 Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El programa del viaje incluyo el trayecto desde Madrid hasta la ciudad de Alcalá de Henares. Durante el viaje un grupo de actores y figurantes ataviados a la usanza del siglo XVII representa “entremeses” cervantinos (pequeñas comedias) y ofrece a los viajeros productos típicos de la repostería alcalaína.

El programa del viaje incluye asimismo una visita guiada por los monumentos más representativos de la ciudad, animada también con representaciones teatrales.


Consideramos que esta es una buena propuesta para transmitir y dar a conocer el patrimonio cultural de cualquier lugar, porque tiene en cuenta dos aspectos fundamentales que deben tener las visitas guiadas:

1. Tener en cuenta la finalidad de la visita. Motivar el interés y la curiosidad con respecto al elemento patrimonial, acercarlo a los ciudadanos y ciudadanas. Es una actividad amena y divertida, alejada de las sesiones informativas típica de las guías turísticas que en ocasiones caen en el aburrimiento.

2. Las características de los visitantes. Esta es una actividad de la que toda la familia puede disfrutar.

martes, 1 de abril de 2014

Líneas de actuación educativa o de animación respecto al patrimonio cultural

En educación social las líneas de actuación habituales son la recuperación y la difusión, pero dependiendo del patrimonio hay diferentes líneas de actuación.

Una primera línea sería recuperar patrimonio (fiestas, gastronomías, edificios, etc.); el patrimonio puede también restaurarse y/o conservarse.

Activar un patrimonio quizás esté más cerca de la acción del educador social; esto tiene que ver tanto con el reconocimiento oficial como con el reconocimiento como patrimonio por parte de la comunidad. Más propio de un educador sería la difusión, acercar el patrimonio a la población local y al turismo.

Pueden haber acciones de cara a reelaborar el patrimonio, sobre todo cuando atenta contra algo considerado o considerable valioso (contra la dignidad humana, del resto de animales, etc.). A veces el propio patrimonio, como por ejemplo una determinada fiesta, cambia en el tiempo per se, pero desde la educación social podemos reelaborar el patrimonio conscientemente.

Se puede crear patrimonio, por ejemplo, la fiesta de los amantes de Teruel, la cual ha sido creada recientemente usando elementos tradicionales del lugar, con lo que es una fiesta de reciente creación que los lugareños pueden vivir como patrimonio del lugar.

Hay también “colonización cultural”, o adaptación cultural de un lugar a otro, llámese como se prefiera. Por ejemplo, en España celebramos Halloween. Esto también puede ser objeto del educador social.

Los distintos bienes de patrimonio pueden ser varios: son los bienes inmuebles (edificios, etc.), que pueden recuperarse, activarse, difundirse o reelaborar sus funciones (un ejemplo de reelaboración sería un castillo, que antes era para hacer la guerra y ahora bien podría servir a la comunidad); son los museos, que son receptáculos donde se conservan los objetos que se pueden mover (bienes muebles), su origen es fundamentalmente conservar estos objetos, pero también sirve para la investigación y la difusión; son las fiestas, que pueden recuperarse, difundirse, reelaborarse o crear las fiestas de raíz popular (por ejemplo las fiestas de los amantes de Teruel); son las artesanías, que pueden recuperarse, difundirse y reelaborarse. La parte en que fundamentalmente más parel tendrá el educador social es la parte de difusión, de hacer llegar ese patrimonio a todos los ciudadanos.

Pueden hacerse, asimismo, visitas guiadas, esto es, no solo la visita guiada tradicional, sino métodos innovadores (teatro, juegos, etc.). A este respecto la explicación didáctica es importante que no esté cerrada y se siga una estructura (esto es, situar a la gente primero), se pregunta a la gente antes de explicar algo y luego podemos informarles más o completar las informaciones que ya tienen.

Es importante preguntar en las visitas guiadas para favorecer el aprendizaje significativo, es decir, un aprendizaje que conecte con lo que las personas que vienen a la visita ya conocen previamente. En este sentido, un itinerario se diferenciaría de una visita guiada porque no solo es un elemento patrimonial lo que se visita, sino varios de estos elementos con una historia, una línea, que los una.